09 diciembre, 2010

Una nueva aventura: el blog de Ni No Kuni.


Bueno, siguiendo la estela de la idea que comenzó con el blog de Dragon Quest IX, hoy voy a comenzar a trabajar en un nuevo blog que nace con el lanzamiento del juego para Nintendo DS de Ni No Kuni: The another world en Japón. Este blog estará dedicado a todo lo relacionado con el juego de la desarrolladora Level 5, y en él espero reunir a todos los apasionados del juego como sucedió antes con DQIX, que lleva, a día de hoy, más de medio millón de clics recibidos.

Os espero a todos los que estéis interesados en esta nueva maravilla para Nintendo DS para hacer comunidad y explotar al máximo esta nueva aventura. El enlace para el blog lo encontraréis en la sección de enlaces externos, a la derecha.

02 diciembre, 2010

Dontstop: Kings of Leon en Madrid.

Entradas agotadas para ver el directo de Kings of Leon en Madrid. El palacio Vistalegre no daba más de si. Quizás recordéis mi comentario de la semana pasada a propósito de la visita de Interpol en el mismo recinto, pues bien, en la crónica comentaba que la cola para entrar daba media vuelta al recinto. Para este concierto, daba la vuelta entera: 10000 almas en una colmena de rock sureño, así podría definirse el aspecto de Vistalegre ayer.

En primer lugar, sin tener mayor referencia que la de Interpol de la semana pasada, la infraestructura que desplegó Kings of Leon en Vistalegre fue muy superior a la que vimos durante aquel otro concierto. Mayor juego de luces, doble número de monitores de sonido y pantallas de proyección aéreas. La calidad de la acustica de Vistalegre, que de primeras no es la mejor, no resultó un inconveniente en ningún momento. Felicidades a los técnicos de sonido. El despliege cubría también a unos cuantos cámaras que grabaron el concierto con vistas, supongo yo, a una posible edición en DVD de su último disco, Come around sundown, ya que este concierto (el único en España) viene a cuento de la gira promocional de dicho disco que la banda acaba de emprender.

Los de Nashville abrieron temprano, a eso de las 21:20 (teníamos entendido que empezarían a las 21:30... y así nos pasó), con el potente y atronador redoble de batería de Crawl, que levantó a todo el mundo de sus asientos (y repartió escalofríos por las médulas del respetable). O eso creo. En ese momento aún había mucha gente haciendo cola fuera, entre ellos, mis amigos y yo. Le siguió el gran Molly´s Chambers, de su primer album. Más pelos de punta. A partir de aquí, comenzaron con la promoción del reciente disco, cuya acogida fue algo fría, por lo que el público se sumió en una tibia espera. Radioactive abrió la brecha, y a éste le siguieron Mary y The end. En este punto, aún seguía entrando gente al pabellón y los ánimos entre el respetable estaba algo alicaídos. Los Kings no son muy dados a la performance, muy colocaditos en sus posiciones y algo estáticos, dejaron que sus temas nuevos enfriaran los ánimos de un público que, para ser sinceros, estaba mas pendiente de escuchar los grandes hits de su discografía; el nuevo album no pasará a la historia por ser el mejor de su carrera, me temo.

Creo que el asunto caló entre ellos, pues después de aquello, y tras una pausa en la que los músicos hicieron una especie de piña en la que debieron preguntarse por qué estaban perdiendo las riendas del asunto, decidieron atacar con la artillería. The Bucket, Manhattan y On Call se alternaron con los nuevos Back down south, No money y Pyro. Los acordes de Knocked up, primero, y Use somebody, después, acabaron de relanzar el espectáculo, el público levantó las manos y empezó a corear el estribillo haciendo retumbar el mobiliario y las paredes. El vídeo que pude grabar, aunque lejano, lo demuestra. Después de eso, los ánimos volvieron a decaer cuando los músicos se metieron para adentro. La gente empezó a mirar el reloj con cara interrogante. "Si no llevan ni 70 minutos..." Volvieron a salir, por supuesto, y tocaron Closer. En este punto el desparrame fue total cuando Sex on fire hizo que las gargantas de los madrileños estallaran. Caleb sólo tocaba, no cantó ni un sólo estribillo, el hijoputa. Madrid fue el solista estelar. Con Black Thumbnail y mucho rasgueo de cuerdas estalló una traca pirotecnica en la parte posterior del escenario y el espectáculo concluyó, dejando a la gente muy caliente y con ganas de más (de mucho más, la verdad, por lo visto en algunas caras). Menos de 90 minutos de concierto, a 52€ por barba. La verdad es que a ese precio podrían haber alargado un poco más el espectaculo. Tenían aún mucha tela que cortar, pero... qué se le va a hacer.

Aunque la sensación final fue de cierta insatisfacción, la puesta en escena de la banda, su sonido en directo, y la calidad de su música, siguen augurando un gran porvenir para estos tipos que pueden llegar a convertirse en los sucesores de otras bandas "revienta estadios" como U2, o los Rolling. Contando los minutos para su próxima visita.

(este es mi vídeo, así de lejos nos encontrábamos...)



(en este vídeo se observa como Caleb, sólo se dedica a tocar...)