26 septiembre, 2010

Fringe, primera temporada.


Llegué a Fringe mediante la recomendación de un amigo que invierte gran parte de su tiempo en explorar lo que la televisión y el cine ofrecen semanalmente y en cuyas manos suelo ponerme cuando el aburrimiento me vence. Lo primero que me sorprendió después de ver los primeros capítulos fue que no me tropezara antes con esta serie en otra parte, nadie me había hablado de ella, y así empecé a verla sin ninguna pista de lo que iba a encontrar (mi amigo aún no la había visto, pero tenía buenas referencias). Y lleva dos años en antena. Se nota que ya no navego tanto como antes.

Después de ingerir la primera temporada de corrido durante esta última semana, la verdad es que puedo resumir mis sensaciones a lo siguiente: me ha encantado. El bueno de JJ Abrams (productor ejecutivo aquí, y cuya mente ha parido productos tan interesantes como Lost, Cloverfield, o el reboot de Star Trek) lo ha vuelto a hacer. Creo que estoy en la misma onda que Abrams, que me tiene pillado el punto. Pero vamos al tomate.

Fringe podría calificarse como un Expediente X con el desarrollo científico de CSI y algunos toques Lost, sin olvidar el mito del doctor Frankenstein que subyace de fondo (o lo que es lo mismo, el de Prometeo). Cada capítulo desarrolla un caso que a primera vista tiene las trazas de algo sobrenatural, pero que, a diferencia de la serie que protagonizaban Mulder y Scully, aquí diseccionan y explican para revestirlo de verosimilitud científica. Nunca dejan lo ocurrido detrás de un velo de misterio (aunque tiene su ración de misterios que van más allá de lo que pasa en cada capítulo), como ocurría en Expediente X, sino que siempre llega más lejos, hasta explicar mediante hipótesis lo ocurrido, y el resultado no peca de histrionismo. Por supuesto, habrá algún científico por ahí al que todo le suene a disparate. Las teorías, en efecto, son disparates, pero es agaradable el esfuerzo que hacen los guionistas por explicar los sucesos en términos científicos. Consigue que te creas que algo así pueda llegar a pasar. Que la ciencia, en su imparable avance, puede dar lugar a fenómenos inimaginables.

Fringe es una serie coral, aunque a primera vista parezca que la protagonista absoluta sea la agente del FBI Olivia Dunham (interpretada por la brillante y guapa Anna Torv). Con similar importancia la acompañan Peter Bishop (Joshua Jackson), hijo del genial científico Walter Bishop (John Noble), al que en la serie califican como el sucesor de Einstein. Este trío acumula la mayor parte del protagonismo, pero hay más personajes detrás de ellos que dotan a la serie de mucho fondo de armario argumental.

Todo empieza con un incidente en un avión, igual que en Lost (a través de la temporada veremos varios guiños a otros productos de JJ Abrams, como billetes de la línea Oceanic o trekies pirados haciendo el saludo de la saga). El avión aterriza en el aeropuerto de Boston con toda la tripulación muerta por una causa desconocida. Aquí es donde entra en escena nuestra agente especial Olivia Dunham y su compañero (y amante) John. El capítulo de arranque sirve como excusa para justificar el ingreso de la agente Dunham en un cuerpo de investigación especial (y poco público) que se dedica a casos como los del vuelo antes mencionados: la división Fringe para la investigación de ciencia límite. Cada capítulo se centra en uno de estos casos que trascienden las fronteras de la ciencia para entrar en lo paranormal y, al mismo tiempo, se introducen detalles sobre una trama más profunda que subyace a los personajes y algún tipo de plan más amplio, al que en la historia denominan como el Patrón.

En resumen, una serie que gustará a los huerfanos de Lost y Expediente X, también a los aficionados a la ciencia ficción ligera. Los toques de terror y suspense, además, son constantes en cada capítulo. Pero lo mejor de todo es el personaje de John Noble. El enigmático doctor Bishop con sus múltiples excentricidades al principio no cae muy bien, sin embargo su desarrollo le proporciona un punto de humor y sentimentalismo a la serie que le hace destacar por encima resto del elenco. De su boca salen frases inolvidables.


4 comentarios:

  1. ¡Me encanta esta serie! El otro día vi el primero de la tercera temporada, y estuvo muy bien. Ya verás como la segunda te encanta!

    ResponderEliminar
  2. Ya estoy con la segunda temporada. Lo que pasa que desde que ando en este nuevo curro no me queda tiempo ni para nada. Ya ves como tengo el blog... que pena por dios. Aunque el tuyo sigo leyéndolo.
    Un saludete, Sonix, me alegra verte por aquí.

    ResponderEliminar
  3. Yo voy por la mitad de la primera pero es que casi no me atrevo a mirar más rápido. Es como degustar un buen jamón con un buen vino y un buen queso. Se requiere tiempo (o tempo como en la música) para disfrutar cada capítulo y quedarte pensando. Me encanta!!!

    ResponderEliminar
  4. Muy buena seria voy por la mitad de la segunda temporada y no para de mirarla. El personaje Walter bishop es genial a mi entender

    ResponderEliminar