Dirección: Paul Greengrass.
Guión: Paul Greengrass (basado en el libro de Rajiv Chandresekaran)
Reparto: Matt Damon, Greg Kinnear, Brendan Gleasson, (...).
Duración: 115 min.
Género: Bélico, suspense, policíaca.
Año: 2010.
Tenía ganas de ver esta peli. Las películas de Bourne me habían dejado buen sabor de boca, con acción a raudales y una realización magnífica; en esta Green Zone, por tratarse del mismo director y actor que en aquellas, esperaba más de lo mismo. Y no tiene nada que ver.
Green Zone es el nombre que se da a un área de 10 kilómetros cuadrados en el centro de Bagdag que sirve de cuartel general a las fuerzas de ocupación norteamericanas. La trama de la película tiene como centro las armas de destrucción masiva (ADM o MDW en inglés), y se desarrolla pocos días después de que el ejercito conquiste Bagdag y derroque al dictador en 2003. El alférez Miller de los marines de los Estados Unidos y su grupo están al cargo de las misiones en las que han de intervenirse los lugares donde supuestamente se almacenan estas armas (para quien haya estado bajo tierra estos últimos años, recordaremos que esas armas supusieron la principal justificación para declarar la guerra), y en los que no encuentran nada. Tal situación lleva a Miller, un soldado con conciencia, a preguntarse qué demonios ocurre con las fuentes de información que señalaban con precisión esos lugares. Esto dará lugar a una trama policial dentro del ejercito, con el alférez Miller de protagonista, y con el escenario del Bagdag ocupado de fondo. Mi caldeada opinión, tras el salto.
Es curioso lo que se comenta de esta película por ahí. Se refieren a ella como políticamente incorrecta, polémica, espinosa, dicen que se trata de un ejercicio de autocrítica. A mí me parece que los que dicen eso no se han parado ni cinco minutos a pensar en lo que acaban de ver. Cuando la terminé, lo primero que pensé fue que acababa de tragarme un discurso panfletario lleno de justificaciones para que, después de siete años, los americanos no hayan salido todavía de Irak. Como dice uno de los personajes en la película: "No sea ingenuo, alférez". El cine siempre ha sido un medio para justificar la forma de vida y los actos de los que realizan las películas, es decir, los norteamericanos, de cara al mundo mundial. Y este es un caso tan flagrante, que hace que te escuezan los ojos y los oídos te supuren cerumen. Al principio todo parece ir bien, con americanos buenos y americanos malos, unos que buscan la verdad y otros que pierden el culo por tergiversar a la opinión pública. ¿Dónde están las ADM? Uno espera que Miller llegue hasta el fondo del asunto, que rebele información trascendental y señale a los culpables. El principal problema de la película, según la entiendo, es que se queda a medias en todo esto. La culpa se queda aislada en algo demasiado abstracto (altos funcionarios) y cuando aparecen los créditos te quedas preguntándote: vale, no había ADM, de acuerdo, eso ya quedó claro hace tiempo porque estamos en el jodido 2010, pero, si no hay armas ¿por qué lo hicieron entonces? Y esto es algo en lo que la película no entra, y la razón principal de que, ni sea polémica, ni espinosa, ni nada. Toda su pretendido suspense se queda en algo anecdótico que cualquier persona que lea el periódico sabe hace tiempo. Parece que su objetivo fuera decir: ey, dentro de nuestro gobierno había algunos malos, pero también seguimos teniendo dentro a los buenos. ¿Nos vaís a condenar por unos pocos malos a los que echamos hace tiempo? Esta película podría haber sido una bomba si al llegar a la masa popular americana les hubieran contado la historia hasta el final, y no se hubiera quedado en algo que todos sabíamos. Quizás si se hubiera estrenado en 2003 o 2004, todavía hubiera quedado polémica, pero ¿ahora? A estas alturas, sólo parece una tomadura de pelo. Torpes justificaciones para el imperialismo americano que dejan en evidencia que están allí por algo que no cuentan, y que nadie se atreve a decir en voz alta. Irak es el segundo exportador de petróleo a nivel mundial. ¿Hace falta que diga más?
En el otro lado de la moneda tenemos una realización pulcra , con mucho movimiento de cámara y una recreación espectacular del Bagdag ocupado. Todos los actores están muy creíbles en sus papeles y la película está llena de tiros de principio a fin, con el ritmo en las escenas de acción a que nos tiene acostumbrados la saga de Bourne. Apenas da un respiro, eso hay que concederselo.
En definitiva, una película correcta en su forma, pero nefasta en su contenido. Si sólo buscas tiros, puede satisfacerte. En realidad eso era todo lo que yo buscaba, pero me molesta cuando alguien intenta venderme una moto sin ruedas, y encima pretende hacerse pasar por el bueno. Resumiendo , que me he cogido un buen mosqueo. Menos mal que no fui al cine a verla, me hubiera atragantado con las palomitas.
Green Zone es el nombre que se da a un área de 10 kilómetros cuadrados en el centro de Bagdag que sirve de cuartel general a las fuerzas de ocupación norteamericanas. La trama de la película tiene como centro las armas de destrucción masiva (ADM o MDW en inglés), y se desarrolla pocos días después de que el ejercito conquiste Bagdag y derroque al dictador en 2003. El alférez Miller de los marines de los Estados Unidos y su grupo están al cargo de las misiones en las que han de intervenirse los lugares donde supuestamente se almacenan estas armas (para quien haya estado bajo tierra estos últimos años, recordaremos que esas armas supusieron la principal justificación para declarar la guerra), y en los que no encuentran nada. Tal situación lleva a Miller, un soldado con conciencia, a preguntarse qué demonios ocurre con las fuentes de información que señalaban con precisión esos lugares. Esto dará lugar a una trama policial dentro del ejercito, con el alférez Miller de protagonista, y con el escenario del Bagdag ocupado de fondo. Mi caldeada opinión, tras el salto.
(viene del salto)
Es curioso lo que se comenta de esta película por ahí. Se refieren a ella como políticamente incorrecta, polémica, espinosa, dicen que se trata de un ejercicio de autocrítica. A mí me parece que los que dicen eso no se han parado ni cinco minutos a pensar en lo que acaban de ver. Cuando la terminé, lo primero que pensé fue que acababa de tragarme un discurso panfletario lleno de justificaciones para que, después de siete años, los americanos no hayan salido todavía de Irak. Como dice uno de los personajes en la película: "No sea ingenuo, alférez". El cine siempre ha sido un medio para justificar la forma de vida y los actos de los que realizan las películas, es decir, los norteamericanos, de cara al mundo mundial. Y este es un caso tan flagrante, que hace que te escuezan los ojos y los oídos te supuren cerumen. Al principio todo parece ir bien, con americanos buenos y americanos malos, unos que buscan la verdad y otros que pierden el culo por tergiversar a la opinión pública. ¿Dónde están las ADM? Uno espera que Miller llegue hasta el fondo del asunto, que rebele información trascendental y señale a los culpables. El principal problema de la película, según la entiendo, es que se queda a medias en todo esto. La culpa se queda aislada en algo demasiado abstracto (altos funcionarios) y cuando aparecen los créditos te quedas preguntándote: vale, no había ADM, de acuerdo, eso ya quedó claro hace tiempo porque estamos en el jodido 2010, pero, si no hay armas ¿por qué lo hicieron entonces? Y esto es algo en lo que la película no entra, y la razón principal de que, ni sea polémica, ni espinosa, ni nada. Toda su pretendido suspense se queda en algo anecdótico que cualquier persona que lea el periódico sabe hace tiempo. Parece que su objetivo fuera decir: ey, dentro de nuestro gobierno había algunos malos, pero también seguimos teniendo dentro a los buenos. ¿Nos vaís a condenar por unos pocos malos a los que echamos hace tiempo? Esta película podría haber sido una bomba si al llegar a la masa popular americana les hubieran contado la historia hasta el final, y no se hubiera quedado en algo que todos sabíamos. Quizás si se hubiera estrenado en 2003 o 2004, todavía hubiera quedado polémica, pero ¿ahora? A estas alturas, sólo parece una tomadura de pelo. Torpes justificaciones para el imperialismo americano que dejan en evidencia que están allí por algo que no cuentan, y que nadie se atreve a decir en voz alta. Irak es el segundo exportador de petróleo a nivel mundial. ¿Hace falta que diga más?
En el otro lado de la moneda tenemos una realización pulcra , con mucho movimiento de cámara y una recreación espectacular del Bagdag ocupado. Todos los actores están muy creíbles en sus papeles y la película está llena de tiros de principio a fin, con el ritmo en las escenas de acción a que nos tiene acostumbrados la saga de Bourne. Apenas da un respiro, eso hay que concederselo.
En definitiva, una película correcta en su forma, pero nefasta en su contenido. Si sólo buscas tiros, puede satisfacerte. En realidad eso era todo lo que yo buscaba, pero me molesta cuando alguien intenta venderme una moto sin ruedas, y encima pretende hacerse pasar por el bueno. Resumiendo , que me he cogido un buen mosqueo. Menos mal que no fui al cine a verla, me hubiera atragantado con las palomitas.
Me gustó tu reseña. Justo lo que buscaba. Saludos
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