Nº de páginas: 432.
Cubierta: Rústica.
Precio: 9,95€
Le dije a mi hermano:
-Déjame un libro que tengo las manos de un cerdo. Últimamente sólo escojo bodrios.
Y él me dijo:
-Toma éste.
-¿Todo lo que muere?
-Sí. Y te aseguro que muere mucho.
-Entonces me gustará.
En Todo lo que muere encontramos gente muriendo a tutiplén, y no se trata de sucesos accidentales. Aquí las causas naturales parecen ser la excepción. John se cepilla a los personajes que pueblan su novela a base de métodos expeditivos, pues su mente es fértil en parir asesinos. Y como no podía ser de otra forma, para equilibrar la balanza también pone en juego a un detective todo terreno: Charlie "Bird" Parker. El pobre Charlie es un caso clínico de detective a la vieja usanza, un Phillip Marlowe al que le hubieran robado el sarcasmo a base de inflingirle horrores. Una noche, tras una cruenta discusión con su mujer, sale a tomar una copa para relajar los nervios. Al volver se encuentra a su mujer e hija asesinadas (decir asesinato aquí es un eufemismo, sería más apropiado decir ejecución) y su vida personal y laboral como policía neoyorkino se hunden durante un año. Le expulsan del cuerpo a raíz de la investigación, y para su coleto jura encontrar al carnicero que ha acabado con la vida de su familia aunque sea lo último que haga. El asesino, del cual nada se supo tras las muertes, y en el que Charlie piensa a menudo como el Viajero, es el motor de una trama que lleva a este detective de un caso a otro. Tras dejar la policía, se convierte en detective a sueldo, y comienza a investigar casos sin olvidar, por supuesto, al Viajero, que es su objetivo principal. Lo que me transmitió la novela, tras el salto.
(viene del salto)
En todos los lugares donde he leído algo de John, se le suele asociar con la vertiente más dura de la novela policiaca, los Hard Boiled, de los que fueron padrinos fundadores Chandler y Hammet. Estoy de acuerdo, pero en las novelas de John no hay tanta crítica social como asesinatos y sangre. Yo la encuadraría más entre las novelas de asesinos en serie, con más semejanza al Hannibal Lecter de Thomas Harris. Charlie es un hombre de acción y el mundo en el que vive aparece lleno de asesinos, víctimas y detalles truculentos. En muchos pasajes me acordé de Seven, y de hecho, mientras leía, solía rememorar el rostro con perilla de Bradd Pitt, enfundado en su gabardina. Se trata de mundos parejos el de la película y este universo, muy urbanos y grises, donde la melancolía y la impotencia de contemplar tantos crimenes suele marcar a todo el elenco de personajes. Charlie se mueve en los ambientes más turbios de la ciudad, viejos compañeros del cuerpo, bajos fondos, mafia y lugares aislados, con carácter endogámico, como algunos pueblos de Nueva Inglaterra o Nueva Orleans. La truculencia de los crimenes del Viajero y otros asesinos a los que Charlie hace frente, es brutal y destila mucho pesimismo acerca del alma humana. Creo que ya os vaís haciendo a la idea.
El estilo de John resulta fluido, y alterna las líneas temporales para contar unas historias complejas, con muchos cabos sueltos, a cuyo término parece enlazar siempre unas historias con otras, como si todo en esta trama de crimenes estuviera conectado. El nexo parece ser el Viajero (y también la excusa para volver una página tras otra), y es éste quien promueve el argumento principal, en el cual Charlie va dando tumbos. Hay personajes comunes, viejos y nuevos amigos de Charlie, como Louis o Ángel y su jefe del cuerpo, que de vez en cuando le acompañan y le ayudan en sus pesquisas para atrapar a los malos. Todos están retratados con cierto gusto. Tienen su propia personalidad, y éstas parecen adapatadas al universo hóstil en el que se ven inmersos. La historia fluye, y la mayor pega en ella puede ser que te agoten tanto asesinato y violencia gratuita. Incluso a mí (me estoy haciendo mayor) tanta muerte se me hizo algo monótono y cargante, como bien me advirtió mi honesto hermano. Pese a todo, la historia se sobrelleva con soltura, y resulta interesante saber más sobre el destino de Charlie y el Viajante.
Esta novela es la primera de una serie que ocupa (por el momento) nueve libros, que compilan las aventura del detective Charlie "Bird". El poder de las tinieblas es el sugerente título del segundo libro, y ya se halla en mi poder para su posterior reseña en este espacio. John, además, escribe otras cosas aparte de la serie del detective Charlie, y algunos de sus relatos están siendo producidos en forma de película, como por ejemplo "La nueva hija", con Kevin Costner e Ivana Baquero. Ha ganado varios premios.
Aquí os dejo el rostro del artífice de Todo lo que muere. En una ocasión de inusitada lucidez que la Wikipedia ha tenido el valor de resaltar (y yo también, por mi parte), declaró: "En todos nosotros hay una parte oscura". ¿Qué os dice su mirada?
El estilo de John resulta fluido, y alterna las líneas temporales para contar unas historias complejas, con muchos cabos sueltos, a cuyo término parece enlazar siempre unas historias con otras, como si todo en esta trama de crimenes estuviera conectado. El nexo parece ser el Viajero (y también la excusa para volver una página tras otra), y es éste quien promueve el argumento principal, en el cual Charlie va dando tumbos. Hay personajes comunes, viejos y nuevos amigos de Charlie, como Louis o Ángel y su jefe del cuerpo, que de vez en cuando le acompañan y le ayudan en sus pesquisas para atrapar a los malos. Todos están retratados con cierto gusto. Tienen su propia personalidad, y éstas parecen adapatadas al universo hóstil en el que se ven inmersos. La historia fluye, y la mayor pega en ella puede ser que te agoten tanto asesinato y violencia gratuita. Incluso a mí (me estoy haciendo mayor) tanta muerte se me hizo algo monótono y cargante, como bien me advirtió mi honesto hermano. Pese a todo, la historia se sobrelleva con soltura, y resulta interesante saber más sobre el destino de Charlie y el Viajante.
Esta novela es la primera de una serie que ocupa (por el momento) nueve libros, que compilan las aventura del detective Charlie "Bird". El poder de las tinieblas es el sugerente título del segundo libro, y ya se halla en mi poder para su posterior reseña en este espacio. John, además, escribe otras cosas aparte de la serie del detective Charlie, y algunos de sus relatos están siendo producidos en forma de película, como por ejemplo "La nueva hija", con Kevin Costner e Ivana Baquero. Ha ganado varios premios.
Aquí os dejo el rostro del artífice de Todo lo que muere. En una ocasión de inusitada lucidez que la Wikipedia ha tenido el valor de resaltar (y yo también, por mi parte), declaró: "En todos nosotros hay una parte oscura". ¿Qué os dice su mirada?
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