12 junio, 2010

Reseña de cine: Memento.


Título: Memento.
Guión: Christopher Nolan (historia: Jonathan Nolan).
Reparto: Guy Pearce, Carrie-Anne Moss, Joe Pantoliano, (...).
Duración: 115 min.
Género: Thriller, suspense.
Año: 2000.

La pregunta es: ¿no habías visto Memento, la película de culto con la que el insigne Christopher Nolan se dio a conocer? La respuesta, aunque me duela decirlo, es: no. Esta película se me había pasado por completo. Recuerdo haber oído algo sobre este largometraje en conversaciones esporádicas, pero su nombre siempre quedaba aparcado en un rincón de mi mente, ya fuera porque la confundía (no sé por qué razón mi mente la igualaba con "Novo", otra película con el mismo trasfondo, pero que nada tiene que ver) o, como el protagonista de esta historia, lo olvidaba a los pocos minutos de haberlo oído. Hace unos días, durante una conversación con un amigo, esta película salió a la palestra de nuevo (a mi amigo esta película le dejó una gran marca), y finalmente me decidí a coger el toro por los cuernos. Sigo tras el salto.

(viene del salto)

Memento cuenta la historia de Lenny, un investigador de seguros que sufre amnesia anterógrada desde que se vio inmerso en el ataque que un desconocido perpetró contra su mujer, y donde él sufrió un trauma cerebral que le dejó una peculiar secuela: desde que recibió el golpe es incapaz de crear recuerdos nuevos. Recuerda toda su vida anterior al incidente, pero olvida todo lo que ha sucedido desde entonces a los pocos minutos. Por este motivo, tiene un peculiar sistema de notas en su cuerpo (se hace tatuajes para que no se le olviden los hechos) y en polaroids que siempre lleva consigo, y con todo ello intenta seguir la pista del asesino de su esposa. Lo más característico de la película es su forma de contarla. Sigue un punto de vista en primera persona, y para situar al espectador en el mismo lugar que a Lenny, empieza por contar las consecuencias, para luego decirnos las causas que nos han llevado hasta ellas. Es decir, la historia se cuenta empezando por el final y terminando al principio, en escenas que van saltando e intercalándose con otras en blanco y negro en las que la línea temporal transcurre hacia delante y la imagen aparece en blanco y negro. Al acercarse la conclusión, las escenas en blanco y negro y los saltos hacia atrás confluyen para formar el marco en el que se explica todo lo sucedido.

La dirección es impecable, y ya Nolan apuntaba toda la elegancia que más tarde acabariamos por ver en otras de sus películas como Batman Begins, El truco final (el prestigio) o el Caballero Oscuro. Los actores también hacen un grandísimo papel. Guy Pearce, con su cara un poco alelada, como de no entearse de nada, da la talla de hombre paranoico y atormentado por una enfermedad que trata de superar mientras persigue al asesino (remember Sammy Jenkins). Y como él, el resto del reparto está a la altura, cumpliendo con notables resultados (aunque el desarrollo de personajes tampoco da para mucho). La idea original está basada en una historia corta de Jonathan Nolan titulada Memento mori (recuerda que eres mortal), y que fue adaptada por su hermano Christopher en lo que les supuso una nominación de la academia al mejor guión.

Y es el guión, precisamente, lo que no me gusta. No está bien acabado. Mientras que la perpectiva que adopta me parece una idea soberbia (lo mejor de la película), la historia flojea cuando se aproxima a su conclusión, cayendo en ciertas inconsistencias que empañan el resultado general. El final es muy tramposo, y no me refiero a que exista una sorpresa detrás del telón, sino que el guionista hace trampas abiertamente haciendo olvidar un importante detalle a Lenny que debería de haber conocido desde el principio, y rematando la historia con un giro demasiado forzado basado por completo en la trampa mencionada. Además, el personaje de Natalie no acaba de aportar nada, y muchos sucesos terminan resultando superfluos cuando abarcas la historia completa. En muchos lugares donde he leído críticas, me da la sensación de que ciertos detalles se le han escapado al grueso de los espectadores, que, alucinados por la forma de desarrollar la trama, han tragado con las trampas del guión como atunes con anzuelos Black Shark. No quiero resultar pedante, ni darmelas de listillo, pero esa es realmente mi sensación. Hay gente que se ha perdido en el forma, y no termina de comprender que el guión no es honesto.

En mi opinión, y por esta circunstancia, Memento no es una película de ocho o nueve como muchos la califican. Yo la calificaría con un seis, siete a lo sumo. Merece un visionado, porque está muy bien hecha, y por la influencia que a posteriori tendría en la forma de contar algunas películas que surgieron a la estela de ésta.

2 comentarios:

  1. Buen análisis,gracias por el aporte

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  2. bien lo has dicho , natalie solo es la mujer cuyo marido ha sido asesinado por el protagonista ,y ella le miente para hacerle creer que fue teddy , lo mismo que teddy trata de advertirle toda la pelicula , hay q verla las veces suficientes para entender la exquisitez del guion

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