24 julio, 2010

Parrilla de infarto


Esta es una de esas noticias que si no ves, no puedes creer. Heart Attack Grill, que podríamos traducir como "Parrilla ataque cardiaco", es uno de los 10 restaurantes mas insanos del mundo, donde el nombre del establecimiento lo dice todo. Por supuesto sobra decir que se encuentra en EEUU, concretamente en Chandler (Arizona). Quién si no los americanos tan ligados a la comida basura, podrían hacer un restaurante así y encima que tuviera éxito.


Bien, para centrarnos podríamos decir que parece tratarse de una hamburguesería a lo bestia. Pero mientras otros se empeñan en demostrar que sus productos no son nocivos para la salud (con relativo éxito), y nos hacen un guiño introduciendo en su oferta ensaladas, fruta y productos light, Heart Attack Grill se enorgullece de decir que su comida es perjudicial. El concepto lo deja claro un cartel donde reza la siguiente frase: "Caution, this estabishment is bad for your health", o sea "Cuidado, este establecimiento es malo para su salud".



Pero sigamos contando más cosas extravagantes de este lugar. Las hamburguesas se llaman Bypass, Doble Bypass, Triple Bypass y Cuádruple Bypass. No llevan lechuga. La carne, al igual que las patatas, se fríe en grasa de cerdo. La receta de la Cuádruple, para quien le interese es: cuatro porciones de carne de media libra, un tomate en rodajas, media cebolla también en rodajas, ocho fetas de queso y seis rebanadas de pan. Total: 8000 Kcal por 12,95$ (cabe decir que la ingesta recomendada de energía para todo un día es de 2500-3000 Kcal para los hombres y 2000-2500 Kcal para las mujeres). Y si la terminas entera, te llevan a tu coche en una silla de ruedas (esto tampoco es broma). Sigue después del salto.



El menú se completa con más raciones de patatas fritas (por supuesto utilizando grasa de cerdo), gaseosas con azúcar... y no muchas cosas más. Eso sí, también venden cigarrillos sin filtro. El caso es que perjudique los más posible.


En su interior, el restaurante recrea un hospital. Las camareras son enfermeras (más propias de un local de striptease que de un hospital eso sí) que no toman pedidos sino "prescripciones" y llaman "pacientes" a sus clientes. Una vez los comensales realizan el pedido, se les coloca una pulserita blanca (a modo de hospital) con la hamburguesa que van a tomar. Hay promociones como "Big guys are on the house" (Los grandotes son invitados de la casa): en la que los clientes se pesan en una báscula situada en un rincón del salón, y los que pesen más de 160 kilos pueden comer gratis todo lo que quieran.


Y por supuesto en este "hospital" no podía faltar el doctor. Jon Basso, alias Doctor Jon, es el propietario. Aunque ayuda también en la elaboración de hamburguesas y patatas fritas, su cometido es más bien dar publicidad al lugar. Pero que la palabra doctor y su indumentaria (bata blanca y estetoscopio) no nos lleve a engaño. Jon Basso era un estudiante de marketing, que se graduó y realizó su tesis sobre estrategias en anti marketing (o sea que de medicina nada de nada). Mientras trabajaba en un fitness center, escuchaba cómo los clientes del lugar se las arreglaban para hacer trampas y evadir las dietas que debían llevar a cabo. Entonces pensó que esa gente pagaría por poder ir a un restaurante donde pudiera comer lo que quisiera sin tener que buscárselas a escondidas.


El doctor Jon dice tener el restaurante más honesto de todo EEUU. Él no miente. Dice que sí, que esa comida te hace mal y te va a matar. El slogan del lugar lo deja bien claro: "A taste worth dying for" (Un sabor por el cual vale la pena morir).

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