Nº de páginas: 298.
Cubierta: Tapas blandas con solapa.
Precio: 15,00€
Hablamos de novela negra, uno de mis géneros favoritos. Hablamos de La mujer de verde, uno de eso títulos modificados a la sazón por el capricho de un editor, cuyo título original en realidad es Silencio sepulcral. Hablamos de una novela que ganó el prestigioso Gold Dagger Award, el mayor reconocimiento de la literatura anglosajona para una novela policíaca. Hablamos de literatura islandesa, de Arnaldur Indridason, un tipo que nada tiene que envidiar al fatuo Stieg Larsson.
Esta novela ha sido mi lectura en mi paso por la playa (sí, ya he vuelto, con el pecho tostado al lanzallamas) y ha sido una agradable sorpresa después de algunas primeras reticencias. ¿A qué se debían? En primer lugar, a la contraportada: "Indridason ha puesto a Islandia en el mapa de los entusiastas de la novela policíaca nórdica" The New York Times. Que en realidad podría traducirse como "otra novela nórdica más para que te dejes tus buenos dineros". Pero resulta que al final, no es sólo una novela más, La mujer de verde es un buen cuento que no da un sólo respiro al lector, que comienza de una forma espectacular y que puede adaptarse a cualquier lector porque es muy accesible, rápida y está bien narrada. Policíaca o negra, ambos calificativos se adaptan muy bien a esta historia.
El hallazgo de una costilla humana desenterrada en la colina del Milenario lleva al viejo inspector Erlendur Sveinsson, y a sus compañeros Elínborg y Sigurdur Oli, a investigar el extraño caso de un cadáver que puede llevar enterrado casi setenta años. Erlendur es un viejo policía, triste, abatido y solitario, parco en palabras, pero metódico, con un pasado lleno de desencuentros del que conoceremos algunos detalles a lo largo de la historia, y unos antecedentes familiares duros, difíciles. Más tras el salto.
Esta novela ha sido mi lectura en mi paso por la playa (sí, ya he vuelto, con el pecho tostado al lanzallamas) y ha sido una agradable sorpresa después de algunas primeras reticencias. ¿A qué se debían? En primer lugar, a la contraportada: "Indridason ha puesto a Islandia en el mapa de los entusiastas de la novela policíaca nórdica" The New York Times. Que en realidad podría traducirse como "otra novela nórdica más para que te dejes tus buenos dineros". Pero resulta que al final, no es sólo una novela más, La mujer de verde es un buen cuento que no da un sólo respiro al lector, que comienza de una forma espectacular y que puede adaptarse a cualquier lector porque es muy accesible, rápida y está bien narrada. Policíaca o negra, ambos calificativos se adaptan muy bien a esta historia.
El hallazgo de una costilla humana desenterrada en la colina del Milenario lleva al viejo inspector Erlendur Sveinsson, y a sus compañeros Elínborg y Sigurdur Oli, a investigar el extraño caso de un cadáver que puede llevar enterrado casi setenta años. Erlendur es un viejo policía, triste, abatido y solitario, parco en palabras, pero metódico, con un pasado lleno de desencuentros del que conoceremos algunos detalles a lo largo de la historia, y unos antecedentes familiares duros, difíciles. Más tras el salto.
(viene del salto)
Esta novela tiene como tema central la familia y a la violencia doméstica como principal protagonista. La narración intercala flashbacks de lo sucedido en el pasado con las pesquisas de la investigación alternándose para componer un ritmo frenético, de best seller, de esos que no te dejan cerrar el libro. En ese sentido el libro está muy bien. La narración, aunque simple, resulta muy solvente y amena. Está escrito en un lenguaje sencillo que puede adaptarse a cualquier lector, con ese estilo crudo y austero de los escritores nórdicos que parecen no querer recrearse con metáforas ni cualquier otra figura literaria. Aunque a diferencia de Larsson, si existe un nivel de lectura más elevado, pudiendo encontrar ciertos paralelismos entre presente y pasado, algo que no se advertía en las novelas del sueco. Eso sí, gran parte de ese nivel queda empañado a causa de la traducción, que esconde en los nombres de los lugares y personas dobles significados que se dan por perdidos. Se trata de una novela policíaca porque en todo momento intentamos averiguar quién es el cadáver (a diferencia de otras en las que buscamos al asesino), y se trata de una novela negra porque hace hincapié en los entresijos sociales de esa lacra a la que todo el mundo se refiere con el eufemismo de violencia doméstica, y que en la novela Indridason califica muy bien como "asesinato de almas". Hubo un par de cosas que me chocaron al leerla. Lo primero, la forma en que cuenta parte de la historia de los investigadores, especialmente de Erlendur, y de la cual nos quedamos sin obtener muchos datos. Al llegar a casa, y después de informarme un poco, he visto que La mujer de verde pertenece en realidad a una serie de novelas de la cual, esta sería la cuarta entrega. La segunda cosa que me chocó, sin llegar a decir que me decepcionara (tampoco es que esperara otra cosa), fue la resolución del caso. Correcta, pero no muy sorprendente.
Arnaldur Indridason es un escritor islandés de 49 años, licenciado en Historia, que en ocasiones ejerce como periodista y crítico cinematográfico. Es hijo del también escritor Indriði G. Þorsteinsson (ojito con el nombre, damas y caballeros, es comercial donde los haya), y ha publicado once novelas de la serie de Erlendur. En España se han publicado algunas novelas más de la serie, como Operación Napoleón (anterior a ésta) y se prevé que sean publicadas La Voz y El hombre del lago. Ambas poseriores.
Y, como siempre, aquí tenéis la foto del artífice.
Arnaldur Indridason es un escritor islandés de 49 años, licenciado en Historia, que en ocasiones ejerce como periodista y crítico cinematográfico. Es hijo del también escritor Indriði G. Þorsteinsson (ojito con el nombre, damas y caballeros, es comercial donde los haya), y ha publicado once novelas de la serie de Erlendur. En España se han publicado algunas novelas más de la serie, como Operación Napoleón (anterior a ésta) y se prevé que sean publicadas La Voz y El hombre del lago. Ambas poseriores.
Y, como siempre, aquí tenéis la foto del artífice.
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