Dirección: Oliver Hirschbiegel.
Guión: Guy Hibbert.
Reparto: James Nesbitt, Liam Neeson, (...).
Duración: 90 min.
Género: Drama, Terrorismo.
Año: 2009.
Me acerqué a esta película de casualidad, sin escuchar ni leer nada sobre ella, sólo guiado por el reparto y la portada de la cinta. Me suele gustar el trabajo de Liam Neeson, siempre lo he tenido por un actor consistente, y quizás fue al verle a él que me decidí por acometer este drama que tiene el conflicto de Irlanda del Norte como telón de fondo.
La primera media hora transcurre durante 1975 en una Irlanda tumultuosa y rota. La situación de la época aparece apenas entrevista, de una manera muy fugaz, y no se abunda demasiado en las aspectos políticos y sociológicos, algo que para los que no estamos muy puestos en las circunstancias de tal confrontación, nos puede dejar un poco a oscuras. La historia narra los antecedentes de un crímen que sucede entonces, y que marcará para siempre las vidas de los implicados. Ya en el presente, una cadena de televisión que se dedica a organizar encuentros "cara a cara" decide reunir a los protagonistas de aquel crímen, víctima y criminal, frente a frente, en una entrevista que pretende ser un éxito de audiencia. Las secuelas de lo sucedido en 1975 se dejan sentir ya en el comienzo de esta parte de la película, con los implicados contando a sus respectivos chóferes qué ha sido de su vida desde entonces en su camino al lugar donde se va a realizar el programa. El foco de la película se reparte entre las dos perpectivas del crímen por igual.
En definitiva, una película para las personas interesadas en el terrorismo, especialmente el relativo a Irlanda del Norte, con una visión conciliadora, quizás algo manipulada, de forma que el espectador tienda a no encontrar culpables. El perdón y la venganza, la culpa y el dolor, son los temas centrales de la película. Echo de menos más detalles sobre el trasfondo histórico, que aunque no son fundamentales para comprender la película, si podrían haber sido más útiles para dejar un poso útil que justifique su visionado. Una película con cierta calidad, pero que no acaba de funcionar.
La primera media hora transcurre durante 1975 en una Irlanda tumultuosa y rota. La situación de la época aparece apenas entrevista, de una manera muy fugaz, y no se abunda demasiado en las aspectos políticos y sociológicos, algo que para los que no estamos muy puestos en las circunstancias de tal confrontación, nos puede dejar un poco a oscuras. La historia narra los antecedentes de un crímen que sucede entonces, y que marcará para siempre las vidas de los implicados. Ya en el presente, una cadena de televisión que se dedica a organizar encuentros "cara a cara" decide reunir a los protagonistas de aquel crímen, víctima y criminal, frente a frente, en una entrevista que pretende ser un éxito de audiencia. Las secuelas de lo sucedido en 1975 se dejan sentir ya en el comienzo de esta parte de la película, con los implicados contando a sus respectivos chóferes qué ha sido de su vida desde entonces en su camino al lugar donde se va a realizar el programa. El foco de la película se reparte entre las dos perpectivas del crímen por igual.
(viene del salto)
Me gustó bastante la primera parte de la película, la de esa Irlanda de 1975, con toda su tensión a flor de piel, los disturbios en las calles y la preparación del asesinato, el ojo por ojo, y el alienante condicionamiento social que lleva a considerar a unos chicos que un crímen es un acto bien visto, no sólo legítimo, sino además un servicio a la comunidad. La película empieza a tambalearse cuando llegamos al presente y contemplamos a la víctima, Joe Griffin, hablando solo, desquiciado por la perspectiva del encuentro con Alister Little. El trabajo de James Nesbitt en esta parte no me parece malo, pero tampoco me acaba de convencer. Es un papel difícil, desde luego, eso hay que concederselo. Liam Neeson está más convincente en el papel de Alister, si bien no sabría decir si es sólo porque el papel encaja con él, o quizás es que simplemente lo hace mejor. La película se desarrolla de una forma bastante pausada que a veces llegaba a exasperarme. Los noventa minutos por momentos se me hicieron algo largos.En definitiva, una película para las personas interesadas en el terrorismo, especialmente el relativo a Irlanda del Norte, con una visión conciliadora, quizás algo manipulada, de forma que el espectador tienda a no encontrar culpables. El perdón y la venganza, la culpa y el dolor, son los temas centrales de la película. Echo de menos más detalles sobre el trasfondo histórico, que aunque no son fundamentales para comprender la película, si podrían haber sido más útiles para dejar un poso útil que justifique su visionado. Una película con cierta calidad, pero que no acaba de funcionar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario