Título: Sueño del Fevre.
Nº de páginas: 350.
Cubierta: Tapas blandas con solapa.
Precio: 17,95€.
Esta novela de Martin data de 1982 (aunque en España fue reeditada en 2004) y es anterior a todo su trabajo en la saga Canción de Hielo y Fuego. Como mucha otra gente, llegué sediento a ella después de devorar todas las páginas de la saga y seguir queriendo más de este escritor polifacético y ameno, poético y original.
Abner Marsh es un hombre del río con un sueño nítido y simple: construir el barco más rápido que haya surcado las aguas del Mississipi. Sin embargo, su empresa, la compañía de paquebotes Río Fevre, ha tenido mala suerte durante los últimos años, y de los cuatro barcos que poseía se le han hundido tres por diversas causas. En este punto, la visita de un singular caballero europeo le devuelve las ilusiones cuando éste le formula una propuesta que a Abner le va a resultar difícil rechazar. El señor Joshua York está dispuesto a financiar la construcción del barco de Abner si se convierten en socios y promete no hacer preguntas cuando comience la travesía. Juntos construyen el Sueño del Fevre con la promesa de pulverizar todos los records obtenidos por un vapor , en especial por el más famoso de todos ellos, el Eclipse. Abner Marsh no puede imaginar que la carrera del barco en realidad no tendrá nada que ver con ninguna otra que un vapor haya disputado antes. Mi opinión, tras el salto.
(viene del salto)
La novela podría encuadrarse entre los géneros de la novela histórica y la de terror y suspense. ¿Por qué de terror? No quiero entrar en detalles, pero creo que no desvelo demasiado si digo que el trasfondo de la historia toca el vampirismo. Sin embargo, desarrolla una perspectiva distinta a la clásica en un acercamiento muy del gusto de Anne Rice, que ya en 1976 contaba una historia semejante con un par de vampiros sureños. Aunque aquí el mito clásico está modificado con una perspectiva cercana a la ciencia ficción.
Esta novela de Martin se me antoja de aprendizaje en muchos sentidos. Resulta corta y humilde en comparación a sus trabajos posteriores, y sirve como campo de pruebas para depurar un estilo que maduraría con el tiempo. La historia progresa con lentitud al principio, y luego un poco más rápido al llegar a las 120 páginas, más o menos, momento en que la narración empieza a cobrar sentido y vemos como las dos sendas propuestas se cruzan e intuímos hacía donde se dirige todo. Aquí no hay historias paralelas ni un gran elenco de personajes, pero los pocos que Martin desarrolla están correctamente dibujados. He de decir que al principio no me complacía ninguno de los protagonistas. El capitán Abner es un huraño hombre del río, obsesionado con su sueño, brusco y malhablado, y no resulta muy simpático como protagonista. Casi podría decirse que está en la línea de Tyrion. Muy feo, frustrado con el pasado, pero con una ferrea determinación que a la postre hace que acabe por gustarte. York es el típico hombre misterioso e idealista, pero cuando desvela sus secretos, se me antojó algo impreciso y voluble. Toda su indecisión, la forma en que trata a Marsh y sus motivaciones no me resultaron del todo legítimas ni creíbles a lo largo de la historia.
Me gustaron los paralelismos finales entre los dos barcos, Julian y York, así como la evolución del personaje de Abner Marsh. También la forma en que plantea el tema de la esclavitud, con la supuesta superioridad entre razas, negro y blancos, vampiros y humanos. La historia, que ahora puede no resultar tan original en esta época de proliferación de vampiros, está impregnada por un aroma histórico y poético muy elaborado, y el ritmo progresivo de los acontecimiento se me hizo muy ameno. Sin embargo, no es una novela redonda. Hay aristas por ahí como la indeterminación de York (que a priori parecía tan decidido), que tienen repercusones en toda la historia, y que convierten a esta novela en una obra menor aunque recomendable y fácil de seguir. No desmerece en nada a muchas obras de la Rice o de King, y gracias al cielo, Martin podría aplastar con el tacón de su bota en el peor de sus días a Stephanie Meyer. Aquí los vampiros tienen dientes, y los usan.
Esta novela de Martin se me antoja de aprendizaje en muchos sentidos. Resulta corta y humilde en comparación a sus trabajos posteriores, y sirve como campo de pruebas para depurar un estilo que maduraría con el tiempo. La historia progresa con lentitud al principio, y luego un poco más rápido al llegar a las 120 páginas, más o menos, momento en que la narración empieza a cobrar sentido y vemos como las dos sendas propuestas se cruzan e intuímos hacía donde se dirige todo. Aquí no hay historias paralelas ni un gran elenco de personajes, pero los pocos que Martin desarrolla están correctamente dibujados. He de decir que al principio no me complacía ninguno de los protagonistas. El capitán Abner es un huraño hombre del río, obsesionado con su sueño, brusco y malhablado, y no resulta muy simpático como protagonista. Casi podría decirse que está en la línea de Tyrion. Muy feo, frustrado con el pasado, pero con una ferrea determinación que a la postre hace que acabe por gustarte. York es el típico hombre misterioso e idealista, pero cuando desvela sus secretos, se me antojó algo impreciso y voluble. Toda su indecisión, la forma en que trata a Marsh y sus motivaciones no me resultaron del todo legítimas ni creíbles a lo largo de la historia.
Me gustaron los paralelismos finales entre los dos barcos, Julian y York, así como la evolución del personaje de Abner Marsh. También la forma en que plantea el tema de la esclavitud, con la supuesta superioridad entre razas, negro y blancos, vampiros y humanos. La historia, que ahora puede no resultar tan original en esta época de proliferación de vampiros, está impregnada por un aroma histórico y poético muy elaborado, y el ritmo progresivo de los acontecimiento se me hizo muy ameno. Sin embargo, no es una novela redonda. Hay aristas por ahí como la indeterminación de York (que a priori parecía tan decidido), que tienen repercusones en toda la historia, y que convierten a esta novela en una obra menor aunque recomendable y fácil de seguir. No desmerece en nada a muchas obras de la Rice o de King, y gracias al cielo, Martin podría aplastar con el tacón de su bota en el peor de sus días a Stephanie Meyer. Aquí los vampiros tienen dientes, y los usan.
¡Y cómo los usan!! Creo que mi opinión coincide bastante con la tuya, la novela está muy bien pero igual le falta algo para ser genial. Aún así, la perspectiva me gustó. Y ese personaje de Marsh que al principio no cae genial pero al que a lo largo de las páginas le vas cogiendo cariño me gustó mucho. Y en las últimas páginas me emocioné y todo.
ResponderEliminarSaludito!
Bueno, yo el final me lo esperaba un poco así desde que empiezan a darse esos saltos en el tiempo tan bruscos. Me ha gustado, y esta bien escrita. CdHyF es mejor, claro, pero esta novela no desmerece, es amena y divertida.
ResponderEliminarAhora no sé si leer el resto de Martin... Los viajes de Turf (el nombre me echa para atrás) y muerte de la luz... no sé.
Yo también tengo esos dos libros pendientes de leer, pero sinceramente, no me llaman mucho. O los estoy reservando para tener Martin en los años venideros. Ya sabes, para saciar el mono mientras nos hace esperar con la Saga. xD
ResponderEliminarYo no creo que llegue a leerlos, pero ¿sabes lo que no me importaría? Echarle un vistazo a la serie de la Bella y la Bestia. Lo que pasa es que no la encuentro por ninguna parte (aún no probe con emule...). Me encantaba esa serie, aunque probablemente la tenga muy mitificada debido a eso. Quizás al verla después de tantos años, el mito caería.
ResponderEliminarBueno, ya también la vi de cría y me gustaba bastante... no sé yo si volver a verla.
ResponderEliminarMira aquí, no creo que tengas problemas para bajarla.
http://www.tomadivx.org/serie,19431,19432,La,Bella,y,la,Bestia,1,Temporada,Subs,Integrados.html
Es para emule... cuidado con los altavoces, creo que fue esa página la que hizo salir una horrible música que me hizo quitar el volumen. xD
No sé si estará en Torrent también, esto ha sido lo primero que he encontrado.
Ey, gracias mil, Sonix. A la vuelta de las vacaciones le echare un vistazo. Espero no defraudarme.
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