06 junio, 2010

Reseña literaria: Asfixia, de Chuck Palahniuk.

Título: Asfixia.
Nº de páginas: 330.
Cubierta: Rústica.
Precio: 8,95€.

Quizás hayas escuchado algo sobre este tipo si has visto la película de su primer libro, la infame y genial El club de la lucha (Fight Club). Lo suyo son los personajes al borde la locura, los esperpentos y el humor negro (y al decir negro, me refiero a más negro que un cargamento de culos). Se mueve entre lo delirante, la crítica ácida y las situaciones más inusuales que imaginarse pueda. Lo pergueña todo con un estilo narrativo minimalista, frases cortas y directas, con ausencia de adjetivos y abundancia de verbos, frases estribillo (verbigracia, en esta novela una de las frases que más permanecen fue: "parásito" no es la palabra adecuada, pero es la primera que viene a la mente), y todo ello en un formato característico, accesible y fácil de leer. Si bien lo inverosimil a veces alcanza momentos surrealistas y absolutamente increíbles, en general logra llevarte a su terreno con una facilidad pasmosa, de tal manera que cuando detienes la lectura acabas por adoptar su forma de contemplar el mundo, siempre sacando punta a la hipocresía humana que nos rodea. Chuck es muy claro, sabe lo que se hace, y conoce el terreno del que habla de primera mano. Cuando no escribe novelas, investiga y publica ensayos. En Asfixia encontramos una hilarante crítica de los centros de asistencia a la tercera edad, de la caridad humana y el reconocimiento que las personas hacen de sí mismas, pero sobre todo del sexo. El protagonista, como casi todos sus personajes principales, es un depravado con remordimientos: en este caso, un adicto al sexo. Para poder pagar las necesidades de su madre moribunda, que esta ingresada en una clínica (su trabajo como actor en una recreación de un pueblo colonial del siglo XVIII no da para mucho), se ve obligado a representar una parodia de asfixia en cada restaurante a donde va, de manera que las víctimas que lo salvan, de alguna forma, se ven obligadas a ayudarle, casi siempre a través de un estipendio. Así contado, suena increíble, lo sé, pero cuando es Chuck quien te lo narra, todo se desenvuelve de una forma tan natural que produce envidia hacia su maestría. Os cuento más, tras el salto.

(viene del salto)

La página web de Chuck es de las más visitadas de norteamérica en lo que a escritores se refiere. Acostumbra a escribir en ella e intercambia con sus lectores impresiones sobre el estilo y la forma de conducir sus historias. Incluso imparte talleres literarios (uno de sus libros, "Fantasmas", trata de hecho sobre un taller literario con unos personajes espeluznantes), por lo que sus seguidores se cuentan entre los más fanáticos. Las opiniones y la visión que expresa a través de sus personajes son tan singulares que con sólo leer unas páginas sabes si llegarás a odiarlo, o por el contrario, lo amarás para siempre. De forma general puede decirse que no hay termino medio con este escritor. O blanco, o negro. En cada una de sus obras disecciona la sociedad, y algunas de sus frases gozan de una resonancia que las hacen perdurar en la mente hasta mucho después de haber leído alguno de sus libros. Además, siempre esconde alguna sorpresa en su argumento. Eso sí, no es tramposo. Sólo te revela algo que ha estado delante de tus narices todo el tiempo.

Sobre Asfixia, sólo cabe decir que representa casi todo lo que puede encontrarse en su obra. Cuando has leído un par de novelas de este escritor, parece como si ya lo hubieras leído todo, es la parte mala que se puede achacar a su estilo. Aunque esto sucede con otros escritores, en su caso parece más flagrante. Sin embargo, no deja de suponer una buena evasión y su visión del mundo resulta interesante y graciosa siempre. El final de este libro se me antojó peor que su comienzo. Es demasiado abierto y no logró sorprenderme en esta ocasión con el conejo escondido en la chistera. Aunque el viaje resultó muy entretenido, la meta fue algo desalentadora.

En resolución, anque su obra es provocadora y a veces bastante radical, merece darle una vuelta a alguna de sus historias. Son personalísimas y aportan una visión que a buen seguro resultará fresca a casi todo el mundo. Puede que te guste.

O quizás lo odies. Aquí te dejo el jeto del fulano. No lo juzgues por él, tiene mucha vida interior.



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