Título: La cúpula (original: Under the dome).
Nº de páginas: 1130.
Cubiertas: Tapas duras con solapas.
Precio: 29,90€.
La cúpula es lo último de uno de mis escritores favoritos, Stephen King (tío Steve para los amigos). Supongo que encontrarme con las novelas del tío Steve hace ya años fue lo que estimuló mi voracidad como lector al tiempo que avivaba mi interés por el proceso de la escritura. Ante todo, cabe destacar que King siempre ha sido desde su lugar como cocinero de hamburguesas literarias (tal como él se define), un importante difusor de la literatura (tanto la mala como la buena) y de la figura del escritor. Defenestrado en ocasiones por su críticos a causa de su prolífico trabajo y la extensión de algunas de sus novelas, ha parido, no obstante, algunas historias inolvidables y brillantes que el cine se ha encargado de recoger con éxito desigual. Por regla general, sus novelas tienen algo que siempre funciona, y que sólo por ello, ya las hace fáciles de leer y seguir: la narración. Su portentoso instinto narrativo me evoca el deleite de leer por leer, sin importar que lo que te esté contando sea algo tan descabellado como que una fan le corte los pies a su escritor favorito para esclavizarlo a una máquina de escribir, o que una cúpula impenetrable caiga de repente sobre un pueblo perdido en el culo del mundo. Por supuesto, los temas que suele elegir, y la forma de penetrar en la psicología de sus personajes, también son fundamentales para comprender su éxito. Su comprensión del miedo y los temas terroríficos siempren me han parecido divertidos y atrayentes. King ha tocado todos los palos en lo que se refiere a la literatura de terror, fantástica en general, y en menor medida la ciencia-ficción. Su genio es especialmente visible en sus compilaciones de relatos, sobre todo las más antiguas como El umbral de la noche o Pesadillas y alucinaciones. Mis favoritas. En mi opinión, el tío Steve acabará siendo con el tiempo uno de los escritores más influyentes de la literatura americana y mundial (casi podría decirse que ya lo es, con múltiples referencias de guionistas y novelistas actuales) de cara al futuro. Pero dejemos la figura del artista (podría estar horas hablando de King) para centrarnos en lo que hoy nos ha traido aquí, su último trabajo. Eso sí, tras el salto.
(viene del salto)
Chester´s Mill es una pequeña población de Maine en la que un día aparece una cúpula invisible (pero muy concreta y sólida) que la aisla el pueblo por completo del resto del mundo. La historia está enfocada como una novela coral en la que se desarrolla la vida de un variopinto abanico de personajes, y como éstos afrontan ese aislamiento y las consecuencias que la caída de la cúpula tiene en su entorno. Un político local corrupto y ladino, y un grupo de jovenes rebeldes entre los que se encuentra el hijo de éste, supondrán el motor sobre el que girará la trama, que tiene como temas principales la lucha por el poder y el peligro que conllevan algunas corrientes de pensamiento cuando se vuelven demasiado autoritarias, por no hablar, por supuesto, de las consecuencias de entregar el mando a personas poco aptas.
La novela pretende ser una metáfora de la sociedad americana de los últimos años (los años del mandato de Bush), y en ningún momento se oculta la óptica hacia la izquierda de King (teniendo presente que la izquierda en Estados Unidos, en realidad, es sólo una derecha moderada). Para quien no lo sepa, el escritor, en sus tiempos universitarios, fue un habitual activista de las libertades civiles, y pese al transcurso de los años y a su natural aburguesamiento, no ha perdido un ápice de su mordacidad, con múltiples opiniones sobre las administraciones de su país en muchos de sus escritos y transcripciones de entrevistas. En esta novela demuestra su maestría consuetudinaria para reflejar con gran lujo de detalles las particularidades de las sociedades rurales en las que creció.
Aclarado esto, quiero reseñar un punto importante: la extensión bíblica de la novela. En primer lugar, he de decir que me parece admirable la capacidad de trabajo que una novela de esta magnitud requiere. Son muchas páginas, y la historia no pierde ritmo en ningún momento. No se me hicieron indigestas, aunque bien es cierto que tampoco resultaron en una fiebre lectora como me sucedió en otras novelas de este autor. La calidad de la obra me recuerda a viejos trabajos de King como Tommyknockers o It, ambas con trasfondos parecidos, inspirados en pueblos del interior de Maine, y con muchos personajes del ambiente rural. Se retoman muchos de los arquetipos que siempre han caracterizado a este autor, y se abordan algunos nuevos (o en verdad viejos, pero con una óptica más actual). Están el niño prodigio, el buen borracho, el malo malísimo... ya te imaginas, y esto es un pega para los que estamos acostumbrados a leer a King, porque te deja con la sensación de ya visto. Lo mismo ocurre con ciertas situaciones en la novela. Las prepara y anticipa tanto que, cuando llegan, no resultan ni sorprendentes ni frescas. En realidad, King suele resolver los escenarios con muchos personajes casi siempre de las mismas formas. Otra cosa que no me gustó es lo referente a la cúpula, su origen y su naturaleza. El final me dejó algo frío.
Me duele decir esto, pero Stephen King, como puede suceder con muchos otros autores demasiado prolíficos (ahí tenemos a Paul Auster), tiende a repetirse y autoplagiarse. En su caso, esto viene siendo bastante más evidente desde sus últimas seis u ocho novelas. Le respeto demasiado, pero no miento cuando digo que me han resultado irregulares, reiterativas o directamente aburridas (La historia de Lisey o Blaze eran unos muermos). Aún así sigo comprándole en tapa dura, y quizás con su próxima novela, acabe por pensar si hacerlo o no. Con todo, no quiero decir que La cúpula sea una mala novela. Es de lo mejor que encontramos entre sus últimos trabajos; sin embargo para los fanáticos resultará poco novedosa.
Stephen King ha escrito más de sesenta novelas. Vive entre Bangor y Florida con su mujer Tabitha, que también es novelista, y es padre de Joe Hill (El traje del muerto, Fantasmas) y de Owen King (Todos a una). Tiene 63 años, y publicó su primera novela cuando tenía tan sólo 27. Es el autor de un montón de clásicos de la literatura popular y su sombra alcanza a muchísimas producciones de la televisión y el cine de los últimos treinta años. Aquí os dejo una foto del maestro.
La novela pretende ser una metáfora de la sociedad americana de los últimos años (los años del mandato de Bush), y en ningún momento se oculta la óptica hacia la izquierda de King (teniendo presente que la izquierda en Estados Unidos, en realidad, es sólo una derecha moderada). Para quien no lo sepa, el escritor, en sus tiempos universitarios, fue un habitual activista de las libertades civiles, y pese al transcurso de los años y a su natural aburguesamiento, no ha perdido un ápice de su mordacidad, con múltiples opiniones sobre las administraciones de su país en muchos de sus escritos y transcripciones de entrevistas. En esta novela demuestra su maestría consuetudinaria para reflejar con gran lujo de detalles las particularidades de las sociedades rurales en las que creció.
Aclarado esto, quiero reseñar un punto importante: la extensión bíblica de la novela. En primer lugar, he de decir que me parece admirable la capacidad de trabajo que una novela de esta magnitud requiere. Son muchas páginas, y la historia no pierde ritmo en ningún momento. No se me hicieron indigestas, aunque bien es cierto que tampoco resultaron en una fiebre lectora como me sucedió en otras novelas de este autor. La calidad de la obra me recuerda a viejos trabajos de King como Tommyknockers o It, ambas con trasfondos parecidos, inspirados en pueblos del interior de Maine, y con muchos personajes del ambiente rural. Se retoman muchos de los arquetipos que siempre han caracterizado a este autor, y se abordan algunos nuevos (o en verdad viejos, pero con una óptica más actual). Están el niño prodigio, el buen borracho, el malo malísimo... ya te imaginas, y esto es un pega para los que estamos acostumbrados a leer a King, porque te deja con la sensación de ya visto. Lo mismo ocurre con ciertas situaciones en la novela. Las prepara y anticipa tanto que, cuando llegan, no resultan ni sorprendentes ni frescas. En realidad, King suele resolver los escenarios con muchos personajes casi siempre de las mismas formas. Otra cosa que no me gustó es lo referente a la cúpula, su origen y su naturaleza. El final me dejó algo frío.
Me duele decir esto, pero Stephen King, como puede suceder con muchos otros autores demasiado prolíficos (ahí tenemos a Paul Auster), tiende a repetirse y autoplagiarse. En su caso, esto viene siendo bastante más evidente desde sus últimas seis u ocho novelas. Le respeto demasiado, pero no miento cuando digo que me han resultado irregulares, reiterativas o directamente aburridas (La historia de Lisey o Blaze eran unos muermos). Aún así sigo comprándole en tapa dura, y quizás con su próxima novela, acabe por pensar si hacerlo o no. Con todo, no quiero decir que La cúpula sea una mala novela. Es de lo mejor que encontramos entre sus últimos trabajos; sin embargo para los fanáticos resultará poco novedosa.
Stephen King ha escrito más de sesenta novelas. Vive entre Bangor y Florida con su mujer Tabitha, que también es novelista, y es padre de Joe Hill (El traje del muerto, Fantasmas) y de Owen King (Todos a una). Tiene 63 años, y publicó su primera novela cuando tenía tan sólo 27. Es el autor de un montón de clásicos de la literatura popular y su sombra alcanza a muchísimas producciones de la televisión y el cine de los últimos treinta años. Aquí os dejo una foto del maestro.
Por cierto, su sueldo anual está calculado entorno a los 48 millones de dolares.
ResponderEliminarCreo que nuestras impresiones sobre el libro son muy parecidas... igual no es que la novela sea mala en ingún sentido ni nada de eso, pero los clichés propios del autor, los personas estereotipados y los cliffhangers, ya los conocemos de todos sus otros libros. A mí me pasó como a ti, la gran sorpresa me la olía, ya es como si conociera a los personajes de antes, y bueno, el final y la explicación me dejaron un poco fría.
ResponderEliminarPor cierto, ahora te sigo!! Ya iré mirando entradillas tuyas por aquí. ;)
Gracias, Sonix.
ResponderEliminarTu blog me parece muy interesante y suelo mirarlo a menudo. Creo que estamos leyendo las mismas sagas de novelas, así que imagino que coincidiremos un poco en los temas. Mi intención con este blog es especializarlo en reseñas de cine y libros. Y quizás algo de música.
Estamos en contacto.